Café de especialidad Ayahuitl Jaltenango, Chiapas
Cultivado bajo la bruma en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, Ayahuitl te regala fragancia dulce a canela y notas en taza de miel de agave y chocolate amargo. Un café que conecta con la montaña y respalda la conservación de un ecosistema protegido por la UNESCO.
Fragancia: azúcar morena, canela y dulce de leche.
Sabor: mantequilla, miel de agave y chocolate amargo.
Variedades: Typica y Bourbon.
Proceso: lavado.
Tostado: Brew
Altura: 1200–1500 msnm.
Métodos recomendados:
Fragancia entre la niebla
La historia de este café.
Ayahuitl, palabra náhuatl que significa “neblina”, nace en Jaltenango de la Paz (Ángel Albino Corzo), Chiapas, dentro de la Reserva de la Biósfera El Triunfo, reconocida por la UNESCO. Allí, entre los 1200 y 1500 metros sobre el nivel del mar, los cafetales conviven con el bosque de niebla y el lluvioso, dos de los ecosistemas más amenazados de México.
Este café es cultivado por pequeños productores que mantienen sistemas agroecológicos bajo sombra diversa: pinos, encinos, cítricos y frutales nativos. Las variedades Typica y Bourbon, procesadas por lavado, revelan en taza fragancia dulce a azúcar morena, canela y dulce de leche, con sabores que recuerdan a mantequilla, miel de agave y chocolate amargo.
Impacto social y ambiental.
Los cafetales de Jaltenango almacenan carbono, nutren el suelo y ofrecen hábitat a flora y fauna. Algunos productores han diversificado su trabajo con servicios ambientales que refuerzan la conservación de la Reserva El Triunfo.
Actualmente organizaciones como Ensambles tratan de resolver los desafíos actuales que enfrenta la comunidad como precios bajos impuestos por intermediarios pese al volumen de producción, escasez de mano de obra local, sustituida en parte por jornaleros de Guatemala, migración de habitantes hacia EE.UU. en busca de oportunidades y una infraestructura vial precaria, obligando a productores a reparar caminos para sacar el café de las fincas.
Cada taza que disfrutas, abre camino a un futuro más justo para quienes cultivan nuestro café.
